Cada vez que una nueva película de DC actual llega al cine una moneda se lanza al aire y el mundo entero aguanta el aliento esperando el resultado: Una gran película que marque un listón alto para el cine de superhéroes o una cinta vapuleada tanto por la crítica como la taquilla por su cuestionable calidad fílmica, ambos polos y resultados han estado presentes a lo largo de la última década, ¿En que lugar estaría “Black Adam”?.
La película protagonizado por Dwayne The Rock Johnson no peca por ser un espectáculo palomitero de acción como las mayorías protagonizados por el actor/productor/showman o pertenecer al género de superhéroe, ni tampoco por la sencillez de su guión, sus carencias recaen en la incorporación de fórmulas y clichés habituales que se ven en el actual panorama de cintas blockbuster que simplemente resultan innecesarias o ya estás más vistas por tanta oferta de contenido que hemos tenido.
Además de la narrativa el apartado visual de “Black Adam” también resulta inferior en cuanto a películas de DC la cual pese a tener secuencias emocionantes y apantallamiento estas no se quedan marcadas en la retina de una manera que quieras verlas una y otra vez cuadro por cuadro. En este apartado las cintas del director Zack Snyder siguen siendo imbatibles.
También los efectos visuales resultan muy consistentes al menos un 80% de la película salvo en el prólogo de la misma y el acto final contra el villano adicional que no tenía pinta alguna en una cinta donde su estrella es tanto protagonista y antagonista.
En lo personal le di el beneficio de la duda a The Rock esperando que con este rol de un brutal anti-héroe sacará de su zona de confort de los papeles arquetipos que interpretan como héroe de acción de las películas con las que estelariza tales como el Agente Hobbs de “Fast & Furious” o en otro extremo el inocentón pero no tan bien intencionado Paul Doyle en “Pain and Gain” dirigida por Michael Bay, personaje el cual encuentro un registro más interesante que en la mayoria de peliculas que he visto con actor.
El Black Adam de Dwayne Johnson es un amalgama de varios personajes: Por un lado tiene algo el T-800 de “Terminator 2: Judgment Day”, en otros momentos me recuerda al Thor del Universo Cinematográfico de Marvel en sus primeras apariciones y si con esta dinamica de «pez fuera del agua», ciertamente encuentro algunas pinceladas del personaje del cómic pero es una realidad que esos matices se han suavizado para darle características más heroicas.
Uno de los puntos altos que consolida esta película de manera positiva es la manera en cómo convergen los distintos elementos de la franquicia de llamado Universo Extendido de DC como nunca antes y si bien la cinta al igual que “The Suicide Squad” de James Gunn se siente bastante hermética al tener solo un par locaciones además del país de Khandaq consigue unir distintos personajes que hemos visto a lo largo de las películas previas combinándolos en un ejercicio productivo para esta franquicia.
La introducción de la Sociedad de la Justicia funciona de manera excelente aunque apenas conocemos a un puñado de sus miembros muy al estilo de lo que vemos con los X-men en las cintas de “Deadpool” de Fox en donde apenas tenemos unas cucharadas de ellos pero podemos imaginar de que hay un equipo conformado tanto por miembros novatos y veteranos.
El cuarteto conformado por Hawkman, Doctor Fate, Cyclone y Atom Smasher me parecen personajes muy funcionales en el contexto de la película y que pese a al desconocimiento que el público en general pueda tener de los personajes la película hace una introducción efectiva a estas audiencias y que las mismas se interesen por ellos.
Hawkman (Aldis Hodge) es un combatiente aguerrido y un líder nato, sus secuencias de acción son apabullantes y pese a que no se explora mucho su trasfondo el personaje se sostiene muy bien por sí solo. Doctor Fate (Pierce Brosnan) es carismático en su identidad civil y cuando se pone el casco de Nabu es totalmente portentoso y extraordinario, haciéndolo el mejor personaje de la película.
Los novatos del equipo son Cyclone/Maxine Hunkel ( Quintessa Swindell) y Atom Smasher/Al Rothstein/Atom (Noah Centineo), la primera la encuentro un ángel adorable y al segundo es un intento de alivio cómico que por momentos funciona genuinamente y en otros falla al meter forzadamente el humor.
Pasandonos al apartado de los civiles tenemos a Adriana y a su hijo Amon interpretados por Sarah Shahi y Bodhi Sabongui los cuales quienes intentan convencer a Teth-Adam que se una a su causa para salvar a Khandaq del dominio de la organización criminal de Intergang, elemento que apenas si se toca en la cinta.
Aunque he visto muchas críticas que atacan a Adriana y Amon por ser lastres para la cinta pienso que este no es el caso y el verdadero lastre infumable (y el cual no se menciona mucho) de la película es el personaje de Kharim (Mohammed Amer), hermano de Adriana cuyos momentos de humor me parecen sumamente molestos y si tengo que elegir peores personajes alivios cómicos (comic-relief) en el cine de superhéroe este es sin duda el peor, estorboso e insufrible, más en línea de películas del Monsterverse de Warner Bros. o de Transformers de Michael Bay que del UCM, este ultimo al cual pese a tener momentos forzados muchos de sus personajes no dejan de ser agradables.
La música del compositor escoses Lorne Balfe quién ha trabajado en cine, series y videojuegos me resulta correcta sin destacar y ciertamente temas musicales como el de Teth-Adam si se quedan grabados en el oído, pero muy inferiores a los ya presentados en otras películas de DC contemporáneas. También tiene ciertas escenas musicalizadas muy bien elegidas como la tremenda secuencia de acción “Paint it Black” de los Rollings Stone.
En conclusión “Black Adam” tiene sus aciertos y errores de manera muy desbalanceada, su ritmo es apresurado y un no parar continuo pero le hace falta cocción para que podamos saborearla mejor. No te satura pero tampoco te deja lo suficiente satisfecho con lo visto.
Permitiendo brindar una reflexión final, simplemente hay que valorar esta película por lo que es y no por lo que nos gustaría que fuese o tuviese, sabemos que es una película de Dwayne The Rock Johnson de acción superheroica y palomitera y eso es lo que brinda.
Es imposible replicar el efecto de lo que otras películas pasadas del DC (dentro del universo cinematográfico o no) han hecho y siguen tan vigentes y no podemos esperar todo el tiempo productos que sean joyas constantemente, y eso también posiblemente se extiende incluso a Superman.
¿Estaremos dispuestos y conformes a comprar algo así ? y no es crítica hacia lo que ofrece Black Adam u otras cintas independientemente de la calidad que ofrecen, la directiva que las gesitono o aquellos quines la producen, pero es que el escenario contemporaneo nos demuestra lo complejo que es una película DC que complazca universalmente.
Claro, tampoco es una invitación al publico al no tener estándares personales bajos sobre lo que nos gusta o no en los productos audiovisuales que consumimos. Pero ya habrá tiempo para preocuparnos por esas cuestiones, es hora de ir al cine a gozar de lo que nos puede gustar de DC y si no estamos familiarizados por lo menos podemos adentrarnos en ella con el buen ejercicio que hace «Black Adam».
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